EL ARTE EN LA ERA COMPOSTELANA: UNA CATEDRAL PARA LOS REYES DE GALICIA
Ramón Yzquierdo Peiró. Museo Catedral de Santiago

RESUMEN
El papel de reyes y reinas fue fundamental en la creación y consolidación del fenómeno jacobeo y de la catedral compostelana; también en lo que se refiere al campo artístico, de modo que todo gran proyecto desarrollado en la basílica fue posible, siempre, gracias al decidido apoyo de la monarquía. Así, como dice la tradición, sin el impulso dado por Alfonso II al milagroso hallazgo del sepulcro apostólico, este acontecimiento no habría alcanzado la dimensión que tuvo inmediatamente; y, más tarde, gracias a Alfonso III, se habilita un nuevo templo para acoger a cada vez más peregrinos, al mismo tiempo que empiezan a llegar las primeras ofrendas reales que, además de privilegios, significan ricos objetos que llegan a formar el Hacienda compostelana.
Al apoyo de los reyes de cada momento se deben las distintas etapas que supuso la construcción de la catedral románica, iniciada por Alfonso VI, -quien había arrebatado a su hermano García el reino que su padre le había concedido en la partición realizada a su muerte-, que quedó representado en uno de los llamados "capiteles fundacionales" situado en la cabecera, y continuado por su hija Urraca de manos del arzobispo Gelmírez que también educó al futuro Alfonso VII, coronado rey de Galicia en 1111 , todavía un niño en el altar mayor del templo. Fue en este período gelmiriano cuando levantó una nueva catedral concebida bajo la dirección del propio prelado y que contó con la participación de un selecto grupo de artistas de origen francés encabezados por el llamado Maestro de la Platería. Era, sin duda, la primera mitad del siglo XII, una época de esplendor en la que se concentró buena parte de la llamada época compostelana.
Tras Gelmírez, otros dos reyes de Galicia fueron claves para terminar la construcción de una catedral que aún estaba inacabada, esta vez con la participación de Mestre Mateo, que asumió la dirección de las obras en 1168, gracias a un Privilegio concedido por Fernando II. ; y finalizó en 1211, cuando tuvo lugar la solemne ceremonia de consagración en presencia del arzobispo Pedro Muñiz y el rey Alfonso VIII.
El proyecto Mateano, fundamental para la creación de un nuevo estilo y un arte gallego con personalidad propia que se inicia en la catedral compostelana, supuso también una actualización de lo ya realizado en etapas anteriores, entre otras cosas, porque el templo debía convertirse, junto con su carácter de santuario apostólico y sede episcopal, en catedral nacional y lugar de sepultura de los reyes de Galicia y su familia. Para ello, se instaló oficialmente un nuevo Panteón Real, en el extremo norte del crucero, en el lugar donde probablemente antes habían sido enterrados sus antepasados ​​más inmediatos.
En la actualidad, a pesar de tener una relevancia histórica excepcional y ser, curiosamente, poco conocida entre la sociedad gallega, la catedral aún alberga el Panteón Real Compostelano, aunque, como tal, fue trasladada en 1535 a su ubicación actual en el claustro. Están, entre otros, las sartenes con las esculturas yacentes -de influencia mateana- y los restos de los reyes Fernando II y Alfonso VIII, la reina Berenguela y Raimundo de Borgoña, marido de la reina Urraca.
Por tanto, el viaje por el arte en la Era Compostela será un viaje artístico a la construcción de las primeras basílicas asociadas al sepulcro apostólico, el proceso constructivo de la catedral románica, dividido en sucesivas fases hasta su conclusión con la ceremonia de consagración y la configuración del Panteón Real, y finalmente, a aquellos testigos y objetos artísticos que han llegado hasta nuestros días, bien en sus emplazamientos originales, bien incorporados, de diversas formas, a los fondos del Museo Catedralicio de Santiago.