Breve crónica de la prosa medieval gallega

Durante mucho tiempo ha sido una verdadera constante en el trabajo en torno a la literatura gallega medieval, dando menos -o incluso mucha menos- importancia al conjunto de nuestra producción en prosa durante dicho período. Por supuesto, en buena medida, el "culpable", por así decirlo, de este procedimiento no es más que la brillantez, el esplendor alcanzado por las letras nuestras durante la misma etapa que pretendemos abordar. En efecto, desde el punto de vista de la actualidad, no cabe duda de que la singularidad, la eficacia y el brillo de los versos trovadorescos, su capacidad comunicativa constituyen un tesoro que no es difícil de apreciar. Por otro lado, y ya desde una perspectiva histórico-social-cultural -y aún antropológica y/o política- el campo trovadoresco, y en especial los cantares de amigo, han pasado a ser considerados un verdadero ejemplo de la nostalgia: es decir, un argumento consistente en documentar ciertas características psicológicas del pueblo gallego, dentro de los límites de la propia concepción de Galicia como "un país sentimental". La misma presencia en nuestro territorio de ermitas, ermitas, ermitas…, topónimos referentes a valles, montañas, ríos, mares… que persisten en la actualidad sería, pues, una fehaciente prueba de aquella Edad Media “persistente” en el fondo del espíritu. . Se trata, desde luego, de una proyección romántica que se contradice, cuando analizamos los textos, con la evidencia de que la lírica trovadoresca, o una parte esencial de ella, responde a unas reglas, a una retórica que, incorporando elementos populares/popularizantes en determinados géneros o subgéneros, remite a un mundo pacífico, a pilares cultos que dialogan, además, con otras muestras de distintos puntos de Europa occidental.

Bien; si tenemos que movernos por el respeto a la contextualización, al desarrollo histórico, la verdad es que la prosa medieval gallega es digna de atención. Por supuesto, merece valor cuando se utilizan y aplican criterios lingüísticos, arqueológicos, o incluso otros de carácter histórico-político, por más que en el campo literario constituya un espacio menor en relación al de la lírica. En definitiva, la presencia de la Materia de Troya, la Materia de Bretaña… dan buena medida de las interrelaciones entre Galicia y toda Europa y que es necesario, en definitiva, ordenar y analizar la situación en la que se desarrolló este proceso. lugar, un continuum cultural en sintonía con el lírico, por mucho que, para expresarlo, los resultados concretos no tengan -al menos, en apariencia- tan vistosos como las del espacio de las cantigas.

Xosé Ramón Peña

Nació en Betanzos, 1956, aunque vive en Vigo desde hace muchos años. Es licenciado en Filología Hispánica y Filología Gallego-Portuguesa por la Universidad de Santiago de Compostela y Doctor en Filología Románica por la citada institución.

Hasta su jubilación fue profesor de Lengua y Literatura Gallega en el IES “Sta. Irene”, Vigo. También fue profesor en la Universidad de Vigo y profesor invitado en la Universidad de California (Sta. Bárbara). En la actualidad -y desde hace años- continúa impartiendo cursos en la UNED.

Su obra ocupa los espacios del ensayo, la historia de la literatura, la prosa ficcional y el periodismo. En el primero de ellos es autor de títulos como Manuel Antonio y la vanguardia (1996), Historia de la literatura gallego-portuguesa medieval (2002), los cuatro volúmenes (2013-2019) de la Historia de la literatura gallega o Martín Codax y los jugadores del mar de Vigo (2017). también editó en la noche estrellada (1988), De la tierra sometida (1994), el pico (2001), en el exilio (2010) y el obra poética de F. Delgado Gurriarán (2022). En colaboración con Manuel Forcadela, es autor de Estudios sobre el Eoas (2005) y, con X.Mª Dobarro, de la edición de la Poesía completa de R. Cabanillas (2009).

Como narrador, su obra incluye, entre otros títulos: Para después del adiós (1987), A era de Acuario (1997), fado de princesa (2004), La batalla del cielo triste (2008), como en argelia (2012), todas las vidas (2020) mi en tiempo de descuento (2022).

En el campo del periodismo, es colaborador habitual de las páginas de Faro de Vigo, diario donde dirigió (2002-2016) el suplemento "Faro da Cultura" en el que continúa trabajando como asesor literario.

Ha ganado los premios Xerais (1997), Losada Diéguez (1998 y 2017), Crítica Galicia (2015) y Ramón Cabanillas (2017).